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SAL SI PUEDES

Lo inexorable de lo sagrado

Lo inexorable de lo sagrado LO INEXORABLE DE LO SAGRADO
Gabriel G. Márquez en su libro “El amor en los tiempos del cólera”...dice ...” nacemos con los polvos contados, un polvo que se pierde, es un polvo que no se recupera jamás”.
Cuántos polvos hemos dejado pasar por estar acorazados, con miedo al engaño, a lastimarnos. Preferimos un sexo insustancial, meramente para no dejar herrumbrar la armadura.
Qué significado tendrá en este siglo xxi “hacer el amor”, hoy por hoy se tranza, se coge, se culea, se fifa.
En dónde quedan los afectos, cuando esa alianza de cuerpos se festeja. Cuando nos entregamos al otro, mostrando nuestra piel, dejándola tocar, acariciar, besar.
Venimos golpeados de batallas pasadas, las heridas de guerra a veces aún sangran cuando las recordamos y es difícil irse a la cama despojado de todo. La caparazón puede ir desnuda, pero no así el alma, ni los pensamientos.
En el lecho somos mucho más que dos, somos nosotros, vos, yo y todos los otros y las otras que alguna vez deambularon por nuestras vidas. Ellos y ellas nos enseñaron también a amar y a veces solo curtir el pellejo.
Cuanto razón tiene Galeano cuando escribió:

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su
viaje,
a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto,
nos
arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea
jubiloso
dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque
nacer
es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en
Francia a la
culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y
perdiéndonos
nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña
muerte, la llaman;
pero grande , muy grande ha de ser, si matándonos nos
nace.

Tanto miedo tenemos de amar y dejarnos amar.

2 comentarios

Manuel -

Simple, profunda y auténtica descripción de un acto tan emotivo, donde las palabras son flores y no efensas.

Rigel -

Interesante reflexión sobre algo que casi podría considerarse utópico. Aunque una palabra como "Puta" rompe el encanto de la situación, como si fuese un jarro de agua que hace volver a la realidad al protagonista, a una no deseada realidad pienso yo, tan diferente de lo que realmente se desea. Porque cuando se hace el amor, ese tipo de palabras deberian de sobrar.